¿Cansado de los ruidos que tiene la ciudad? Pues aquí, eso no es problema. Se trata de una casa que está ubicada dentro de un bosque frondoso y que, además, se encuentra junto a una cascada. ¿Qué te parece si le echamos un vistazo?
Ubicada en la pequeña localidad de Rhinebeck, al norte del estado de Nueva York, Estados Unidos, se encuentra esta particular casa diseñada por el arquitecto Steve Mensch.
Se trata de un remanso de paz y tranquilidad para quien la habita. No sólo la ubicación es remarcable sino que, además, cada habitación tiene una vista atractiva y llamativa de la cascada que fluye río abajo.
Construida en 1986, la propiedad cuenta con 6 dormitorios, 5 cuartos de baño, una parcela de varias hectáreas y un puente colgante. El edificio principal tiene un estudio de diseño de dos plantas. Además, cuenta con otra pequeña casa anexa para los invitados con dos habitaciones más.
Esta espectacular casa rural se llama Buttermilk Falls, evocando en su nombre la imagen de una cascada de aguas blancas y espumosas. Una de las tantas cosas que puede presumir este sitio es que casi todas las habitaciones tienen vista al salto del agua, aunque la mejor vista se consigue en la pequeña terraza que parece flotar sobre la cascada y que se encuentra a unos pasos de la casa principal.
Con un valor en el mercado alrededor de 9 millones de dólares, Buttermilk Falls fue concebida como un espacio que fomenta la autonomía y la conexión con la naturaleza. Los tres edificios que la componen están conectados entre sí a través de pasarelas y para acceder a ellas, es necesario atravesar el denso y verde bosque.
Para ir hasta la casa hay que adentrarse en los bosques y al llegar, los ruidos de la ciudad de Nueva York desaparecen, y se sustituyen por los sonidos de las aves y del agua de la cascada que lo inunda todo.
