Se trata de la primer obra arquitectónica que realizo el magnífico Gaudí tras licenciarse en la Escuela Provincial de Arquitectura de Barcelona en 1833.
Construida entre 1833 y 1885, la Casa Vicens durante 130 años ha conservado el uso exclusivamente de residencia familiar. Pero, a partir de este otoño, abrirá sus puertas por primera vez al público convirtiéndose en una parada obligada para aquellos interesados por la arquitectura modernista que podrán conocer los inicios de Gaudí.
Ubicada en la calle Carolines de Barcelona, en el extremo oeste del barrio de Gràcia, Casa Vicens se trata del octavo edificio barcelonés catalogado como Patrimonio Mundial de la Unesco en 2005 y será el último de la lista en abrirse a los visitantes. Le preceden la Sagrada Familia, La Pedrera, el Parl Güell, La Casa Batlló, el Palau Güell, el Palau de la Música y el Hospital de Sant Pau.
Su fachada de ladrillo y cerámica vidriada con influencias árabes y medievales dejan a la vista los elementos decorativos y simbólicos más personales del artista Gaudí.
En 1899, la familia Jover le compró la casa a la viuda del empresario Manuel Vicens y así fue como, de generación en generación, ha pasado de padres a hijos hasta su venta a la banca andorrana MoraBanc por un importe de momento incógnito.
La visita a la casa se dividirá en tres bloques de contenido: la historia del sitio, la casa Vicens como imprescindible manifiesto de la obra gaudiniana y el contexto social, cultural y artístico en el que ha vivido y evolucionado. Todavía no hay una fecha confirmada de la inauguración de la misma pero se prevé que sea para este otoño.
