Una casa rural en el corazón del Parque Natural del Alto Jura, en la pequeña y tranquila aldea de Mijoux, Le Refuge du Brame le da la bienvenida para una estancia auténtica en plena naturaleza.

Esta casa, adosada a una habitación de invitados, combina el encanto del bosque del Jura con las comodidades modernas. Desde las primeras tardes de otoño, déjese cautivar por el rugido de los ciervos que resuena en el bosque cercano: una experiencia única e inolvidable para los amantes de la montaña y la tranquilidad.

Esta casa familiar tiene capacidad para seis personas y ofrece un ambiente cálido con sus luminosos espacios. Disfrutará de un acogedor salón (con sofá cama), una cocina totalmente equipada y dos dormitorios. La terraza privada, independiente de la casa, le permite disfrutar de un café al amanecer o de una cena con vistas a la naturaleza, en un entorno verde y relajante.

Ubicada en las colinas, la finca se extiende sobre más de seis hectáreas de prados y bosques. Este vasto espacio natural es un verdadero remanso de paz donde podrá pasear, escuchar el canto de los pájaros y observar la fauna. El lugar encarna a la perfección el espíritu del Jura: virgen, auténtico y revitalizante.
Esta casa rural es mucho más que un simple alojamiento: es una inmersión entre montañas, bosques y tradiciones.
Desde la casa rural, sumérjase en las rutas de senderismo con sus magníficos panoramas. Dispone de una amplia gama de actividades al aire libre por las que el Alto Jura es famoso. A solo 15 km de la Crêt de la Neige, que se eleva a 1720 m, el pico más alto del macizo del Jura, accesible en cualquier época del año a pie o con raquetas de nieve.

¿Ha visitado alguna vez el Col de la Faucille y sus excepcionales vistas? Tanto en verano como en invierno, es el destino ideal para una estancia relajante en plena naturaleza.

Viaje ligero: todo está incluido: las camas están hechas a la llegada, las toallas y los suministros están incluidos. El coste de la limpieza es de 60 €.

En invierno, aparque el coche en la planta baja. Y sí, estas vacaciones merecen la pena.