Villa Can Gibert transmite la sensación de estar en medio de la nada… y en muchos sentidos, lo está, lo cual forma parte de su encanto. Es el lugar perfecto para disfrutar de paz y tranquilidad en una auténtica finca ibicenca rodeada de naturaleza.

Parte de la casa original data de hace más de 300 años, conservando el carácter y la esencia tradicional de la isla, mientras incorpora algunos detalles modernos que la hacen aún más confortable.


Situada en una zona rural protegida, entre los pueblos de Santa Gertrudis, San Mateo y San Rafael, la propiedad ofrece bonitas vistas a las colinas y al valle.

Asentada sobre un terreno de 15.000 m², la finca cuenta con 350 m² construidos en una sola planta, con 5 dormitorios y 4 baños distribuidos entre la casa original y una ampliación más reciente.


Decorada de manera sencilla y acogedora, la villa mantiene un estilo rústico y auténtico, creando un ambiente cálido y familiar. Es ideal para amantes de la naturaleza y familias con niños que buscan privacidad, relax y conexión con el entorno.


La villa no cuenta con aire acondicionado, aunque dispone de ventiladores de techo en la mayoría de las habitaciones.


En el exterior, Villa Gibert invita a disfrutar de cada rincón
un porche con comedor exterior, una piscina de 12 x 5,5 metros rodeada de tumbonas, y una terraza chill out en la planta superior, perfecta para relajarse o contemplar el atardecer.


Si buscas tranquilidad, encanto tradicional y las mejores vistas de Ibiza, Villa Gibert es la elección perfecta.