Enclavada en un entorno verde provenzal, esta antigua casa de piedra le invita a disfrutar de una estancia auténtica donde el tiempo parece haberse detenido.

Las paredes desgastadas y las buganvillas trepadoras crean un ambiente encantador, perfecto para evadirse de la rutina diaria. Las vigas vistas y la piedra natural se combinan armoniosamente con el confort moderno, creando espacios luminosos y acogedores.

La cuidada renovación conserva el carácter histórico y ofrece todas las comodidades contemporáneas que necesita. El jardín, salpicado de olivos centenarios, le ofrece un remanso de paz donde el canto de las cigarras marca el ritmo de sus días.

Es el lugar ideal para comer al aire libre y contemplar las estrellas en el cielo provenzal. A 45 minutos de las playas de Saint-Tropez, podrá explorar los tesoros de Lorgues, desde las bodegas hasta los restaurantes con estrellas Michelin.

El mercado provenzal de los martes por la mañana le permitirá descubrir los sabores locales, desde las trufas hasta las aceitunas con denominación de origen.