En este antiguo aprisco reconvertido, donde solían alojarse los pastores durante la trashumancia, encontrará un apacible refugio entre la historia y la modernidad. Los enormes muros de piedra de 60 cm han sido hábilmente restaurados para crear un ambiente único donde el pasado se encuentra con el presente.

El interior del piso mezcla elementos históricos con comodidades contemporáneas, creando un espacio donde el tiempo parece haberse detenido. La renovación ha mantenido la autenticidad de la estructura original, dividiéndola en dos unidades independientes que garantizan privacidad y tranquilidad.

Desde su retiro, podrá disfrutar de impresionantes vistas de las montañas circundantes, mientras que el jardín ofrece el espacio perfecto para momentos de relax al aire libre, inmerso en la tranquilidad de la naturaleza sarda.

A sólo 3 kilómetros, le espera el mar cristalino de Solanas con su kilométrica playa dorada. Podrá explorar las calas escondidas, practicar windsurf o visitar la histórica Torre de Solanas. La zona marina protegida de Capo Carbonara y el parque de Sette Fratelli ofrecen infinitas posibilidades para practicar actividades al aire libre.