Cal Son es una casa situada dentro del casco urbano del pueblo de Alpens, justo delante de una pequeña plaza, a sólo cincuenta metros de la iglesia de la Plaza Mayor

. La casa fue construida en 1771, según la tipología de casa típica de pueblo. En su lado norte, linda con el antiguo huerto de las monjas, actualmente convertido en jardín privado. Esta residencia fue comprada por la abuela del actual propietario en 1961 y ha permanecido hasta hoy como el lugar donde la familia disfruta del lugar, del pueblo y de sus gentes.
El edificio está orientado al oeste, y consta de planta baja, primer piso, segundo piso y un ático bajo un tejado a dos aguas. La fachada principal da a la calle, la trasera se abre al antiguo patio de Ca 7les Monges, y su parte norte comunica con el exterior sólo a través de una pequeña ventana en el ático. En 1997, la casa fue completamente reformada y rehabilitada, y en 2010 instalamos la calefacción y un ascensor que comunica la planta baja con la primera planta.
En la planta baja se encuentra el comedor, la cocina y un pequeño baño; en la primera planta, tenemos un dormitorio doble con baño en suite y una sala de estar con chimenea; en la segunda planta, hay un dormitorio principal, un dormitorio individual y un baño completo, que comunica con el balcón. La casa conserva el mobiliario antiguo y todos los objetos originales que han formado parte de su historia, pero además está totalmente equipada con las instalaciones y complementos actuales para ofrecer una estancia cómoda y agradable.
Servicios y equipamiento: Acceso a Internet, Información sobre la zona, Lavadora, Calefacción, Horno y cocina de gas, Frigorífico con un pequeño congelador, Secador de pelo, Televisión, Chimenea y Biblioteca.

A la llegada se deberá abonar una tasa turística de 1,10 euros (por persona y noche, sólo adultos hasta 7 noches).

La comarca del Lluçanès es un altiplano, ligeramente inclinado hacia la zona del Llobregat, que cae abruptamente sobre la llanura de Vic. Esto la convierte en una tierra de transición entre los campos de trigo y hierba, y la tierra del pan y el vino. Paisaje, arte y gastronomía de primer orden se dan cita en este altiplano. Ahora bien, si dejamos que nuestros ojos se pierdan un segundo en la lejanía, nos encontramos con una tierra que nos invita a recorrer sus caminos, pueblos, masías y castillos, y sus historias de pastores, brujas, bandoleros y soldados. El Lluçanès está lleno de masías históricas, como El Vilar, y de molinos, graneros y fábricas de tejas que convierten sus casas en pequeños pueblos autosuficientes, mundos de vida que aún conservan el aire de hace siglos, como Alpens, Sant Feliu Sasserra o Sant Boi. El patrimonio del Lluçanès incluye retablos, cerámicas, esmaltes, trabajos de forja, dinteles, bancos de piedra y tantos otros intangibles, como sus leyendas, canciones y folclore. Asimismo, el arte y la arquitectura monumental están representados de forma excepcional en la cripta de Oristà, en el conjunto medieval de Lluçà, en la fachada renacentista del ayuntamiento de Sant Feliu o en el conjunto barroco de Sant Boi. También podemos encontrar restos preocupantes de arquitectura industrial en muchos de los pueblos de la comarca, así como actividades habituales de artesanos, artistas contemporáneos, grupos de teatro, música y danza, junto con "entidades de investigación histórica" y numerosas "asociaciones deportivas". La Riera de Merlès. Es un espacio protegido de interés natural, donde podrá disfrutar de un baño en el río mientras se rodea de bellas cascadas naturales. Alpens, tierra de setas. Este entorno ofrece unos parajes extraordinarios para los amantes de la micología donde podrán disfrutar de este arte durante la estación otoñal. Pueblos con encanto cercanos a Alpens: Sant Boi de Lluçanès, Perafita, Sant Feliu de Sasserra, Oristà o Borredà.