¡El paraíso sí existe!


Algo al norte de Frigiliana hay una carretera que lleva a la aldea de El Acebuchal, un secreto bien guardado en medio del parque natural de la Sierra de Tejeda y Almijara. Un kilómetro antes de llegar, se encuentra esta preciosa casa dentro de un valle verde donde reina la paz y tranquilidad. Un pequeño paraiso escondido en uno de los últimos reductos de los maquis...





Situación y exteriores


Rústico, privado y rural. Es la esencia de este sitio encantador que se encuentra a unos 10 minutos en coche de Frigiliana, un bonito paseo por las montañas. El acceso tiene algunas curvas pronunciadas pero no presenta dificultades y está todo hormigonado. El cortijo está situado en una amplia finca con varios rincones para sentarse en medio de amplio abanico de flores y plantas. Dispone de una atractiva zona de barbacoa y un sombreado porche con mobiliario de jardín. La zona de la piscina privada (7m x 4m) está situada en un nivel superior, donde se puede tomar el sol en una hamaca y disfrutar de las panorámicas vistas al pueblo de El Acebuchal, una aldea con una interesante historia. El pueblo, uno de los últimos reductos de los maquis, fue abandonado en 1949 forzado por el régimen de Franco. Los niños de aquellas familias que un día se fueron con lágrimas en los ojos soñaban con volver y verlo de nuevo como en sus mejores tiempos. Ese sueño se hizo realidad en 1998 cuando empezó la rehabilitación de la primera casa. Poco a poco se reconstruyó todo... Todavía no hay tiendas en este pueblo pero vale la pena visitar el único restaurante donde sirven platos locales de caza. En el pueblo de Frigiliana sí encontrará todo tipo de tiendas, supermercados, bares y restaurantes. Y los que buscan el mar, pueden darse un baño en una de las playas de Nerja, que queda a tan sólo 9 kilómetros, unos 15 minutos en coche.





Nota: Coches bajos o/y deportivos pueden tener problemas para acceder a esta propiedad.