La propiedad y los edificios que conforman el centro creativo conocido ahora como Villa Phyllia tienen una historia que se remonta a los tiempos modernos, a finales del siglo XIX. En ese entonces, un adolescente, Emmanuel Akoumianakis, llegó descalzo a Cnosos y se presentó para solicitar empleo. Emmanuel había caminado desde su villa natal de Gerakari para escapar de una venganza que su familia estaba enfrentando.
La supervivencia lo llevó a Cnosos, donde la noticia era que las excavaciones que se llevaban a cabo allí requerían trabajadores aptos para el agotador trabajo de revelar el palacio del rey Minos, el corazón de la civilización minoica. Emmanuel lo hizo muy bien y rápidamente fue ascendido por Arthur Evans, quien apreciaba la habilidad y el entusiasmo del joven. No pasó mucho tiempo antes de que "Manolis" se convirtiera en el capataz y mano derecha de Evans, responsable de administrar la gran fuerza laboral que había crecido a medida que el sitio arqueológico se hizo conocido internacionalmente. Como consecuencia de su éxito, Akoumianakis pudo permitirse comprar tierras en la zona (viñedos, olivares y un establo para ovejas en la ladera que domina el palacio), el lugar que ahora se ha convertido en ΦΙΛΙΑΣ (Villa Phyllia), ya que pasó de generación en generación de la familia Akoumianakis a su hija Phyllia, su hijo Peter y sus hijos, Oliver y Eva.
La fecha de nacimiento de Phyllia siempre fue un misterio para la familia. De hecho, nació en 1921, no en 1925, como aparece en su pasaporte. Era un poco mayor que su marido John. Así que el tío Micky Akoumianakis dispuso una pequeña modificación de su certificado de nacimiento para que fuera cinco años más joven. Ojalá fuera tan sencillo hoy en día.
Todo lo que tenemos es una pequeña fotografía borrosa de Phyllia bailando del brazo con dos niñas. Me recuerda a un fresco o a un jarrón antiguo. Una joven sonriente y feliz. Lleva botas, según mi familia es la primera chica de Cnosos que lo hizo.
Y la primera chica que anduvo en bicicleta. Su vida temprana en Cnosos, Creta, fue una bendición. Hablaba de los jardines de la villa Ariadne, junto a su casa, donde vivían los arqueólogos británicos. Un paraíso, como ella lo llamaba. Flores, fuentes, caras amigables. Era feliz y la vida era buena. Pero se acercaban nubes oscuras.
Nos imaginamos el cielo sin nubes aquí en Cnosos lleno de paracaídas alemanes. El aire latiendo con el sonido de los Junkers 52. El olor a cordita. El traqueteo de las ametralladoras MG42.
El padre de Phyllia, Manoli, cogió instintivamente un viejo mosquete y subió a las colinas
sobre su pueblo para repeler a los invasores. Fue asesinado allí y cayó justo cerca de Agia Paraskevi, la iglesia bizantina que él mismo excavó después de que se le revelara en un sueño.

El abuelo de Oliver, John, era un oficial del ejército. Agente enviado a Creta durante la ocupación para fomentar la unidad entre las facciones de la resistencia: EAM y EOK. Phyllia y su hermano Micky estaban infiltrados en el SOE, que llevó a cabo una maniobra extraordinaria en el secuestro del general que comandaba la guarnición alemana (para esta historia, véase Ill Met by Moonlight). Durante estos tiempos extraordinarios, John y Phyllia encontraron tiempo para citas románticas en el granero y, más tarde, se casaron.

Villa Phyllia está disponible para los huéspedes que apreciarán la historia y la atmósfera especial de este lugar y ofrece excursiones a pie, elaboración de vino y raki, todo accesible a pie. Se pueden alojar hasta ocho huéspedes en un estilo sencillo pero cómodo.

Oliver

Se recomienda coche o moto si no se va a caminar.

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