La encantadora casa de pueblo "Sa Casa Vella" está escondida en una tranquila hilera de casas en un típico pueblo mallorquín. Al entrar por la puerta marcada con el 60, se atraviesan tres habitaciones en la planta baja para llegar a un encantador patio.

Se trata de una casa de vacaciones en Fincallorca.

Aquí, los propietarios han mezclado el carácter histórico de la casa con las comodidades modernas para crear un oasis de calma. La gran piscina con su forma curva y caligráfica invita a relajarse, mientras que las tumbonas de alta calidad proporcionan el lugar perfecto para tomar el sol. Un viejo árbol, una fuente y una terraza cubierta con plantas trepadoras silvestres añaden encanto. Una cocina exterior cubierta con barbacoa completa el cuadro para comer al aire libre.

En el interior, la casa ha conservado su encanto rústico de cuento de hadas, con paredes de piedra natural vista y grandes vigas de madera. El comedor y el acogedor salón con chimenea son perfectos para las celebraciones familiares. En la planta baja también hay una cocina bien equipada y un lavadero. En la planta superior, cuatro luminosos dormitorios y dos cuartos de baño ofrecen mucho espacio. Un dormitorio tiene una litera, mientras que los otros son dobles. Un dormitorio tiene aire acondicionado y los otros tienen ventiladores y calefacción central.

El céntrico pueblo de Vilafranca de Bonany es también conocido como el granero de la isla: Rodeado de tierras de cultivo e idílicos molinos de viento, se encuentra a sólo media hora del aeropuerto y de la vibrante capital de la isla, Palma. También se puede llegar rápidamente a las hermosas playas de la costa este desde el adosado "Sa Casa Vella", mientras que el paseo del puerto de Porto Cristos está a sólo 23,5 km. Manacor es ideal para ir de compras (15 minutos en coche).