Escondida entre las colinas de Ibiza, a poca distancia de la tranquila belleza de Cala Gració, se encuentra una encantadora villa rústica que cautiva con su simplicidad y encanto auténtico. Esta villa ofrece un refugio sereno y acogedor para aquellos que desean sumergirse por completo en la paz y la belleza de la isla, lejos del bullicio del mundo exterior.


Con impresionantes vistas del mar cristalino y el perfil ondulado de las colinas circundantes, esta villa se erige como un oasis de tranquilidad y serenidad. Sus tres amplias habitaciones, adornadas con luz natural que filtra a través de las ventanas, proporcionan un refugio confortable para los huéspedes. Amuebladas en un estilo rústico y sencillo, las habitaciones transmiten una atmósfera acogedora y relajante, ideal para rejuvenecer después de un día explorando las maravillas de la isla.


Los dos baños, limpios y funcionales, ofrecen todo lo necesario para un confort total, con duchas refrescantes y detalles que recuerdan al estilo mediterráneo. Además, la villa recibe calurosamente a los amigos de cuatro patas, garantizándoles un espacio seguro y cómodo donde pueden jugar y relajarse.


En el centro de todo, una piscina reluciente se yergue como una joya incrustada en el paisaje circundante. Rodeada de terrazas soleadas y acogedoras, la piscina invita a los huéspedes a refrescarse en sus aguas cristalinas o a descansar al sol, arrullados por la brisa marina y los sonidos de la naturaleza circundante.


La villa está diseñada para celebrar la belleza natural que la rodea. Sus interiores se caracterizan por un mobiliario simple y sobrio que armoniza perfectamente con el entorno circundante. Muebles de madera maciza y detalles rústicos le dan a la villa un encanto auténtico y una sensación de calidez y hospitalidad.


Grandes ventanales y puertas francesas permiten que la luz natural fluya libremente en los espacios de vida, creando una atmósfera luminosa y aireada que invita a la contemplación y la relajación. Las áreas comunes, como la sala de estar y el comedor, están diseñadas para fomentar momentos de compartir y convivencia entre los huéspedes.


El exterior de la villa ofrece numerosos rincones tranquilos y apartados donde los huéspedes pueden retirarse para disfrutar de la tranquilidad y la belleza del paisaje circundante. Terrazas sombreadas, jardines exuberantes y rincones de relajación invitan a la contemplación y el descanso, ofreciendo un escenario ideal para pasar momentos agradables en compañía de amigos o familiares.


En conclusión, esta villa rústica representa un refugio idílico donde la belleza de la naturaleza se fusiona armoniosamente con el confort de la vida moderna. Con sus impresionantes vistas al mar, su piscina acogedora y su mobiliario acogedor, esta villa ofrece una experiencia inolvidable para aquellos que buscan una estancia de paz, relajación y autenticidad en Ibiza.


*Su licencia correspondiente es RGE-15769 y ofrece la posibilidad de alojarse en 5 cómodas habitaciones*