Paz y relajación absolutas en un entorno fantástico en esta auténtica casa francesa del 1700.

Esta casa de piedra de más de 300 años de antigüedad ha sido renovada de forma hermosa y respetuosa en su interior y le ofrece todo el confort que necesita para unas vacaciones relajantes. Las acogedoras habitaciones invitan a pasar largas veladas jugando y todo el grupo se reúne en la cocina para cocinar.

En el cuarto de baño se ha conservado un lavabo de mármol muy antiguo, que le hará pensar en los viejos tiempos en el campo.

Las zonas exteriores han conservado su antiguo encanto y encantan con sus antiguas fachadas de piedra, los muros de piedra natural y la magnífica maleza. Aquí podrá pasar horas escuchando el canto de los pájaros y las cigarras.
Si le apetece la ciudad y la gente, puede visitar los pintorescos pueblos de la zona o hacer una excursión a Saint Chinian, por ejemplo.
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