En los terrenos de un antiguo molino de aceite de Iznájar se encuentra esta encantadora casa de vacaciones reformada, con sus viejos y gruesos muros que proporcionan un maravilloso frescor en verano y agradables temperaturas interiores en invierno.

Relájese en la fantástica terraza y tome el sol junto a la preciosa piscina. Desde aquí tiene una hermosa vista de las montañas y el valle de los Juncares. El pintoresco pueblo de Iznájar invita a visitarlo y darse un refrescante chapuzón en el embalse. La cultura tampoco se descuida: Córdoba, Málaga, Jaén y Granada están a sólo 1 hora.

Un destino ideal para los amantes de la naturaleza que quieran escapar de la ajetreada vida cotidiana y vivir nuevas experiencias.