Antiguo cortijo mallorquín de gruesos muros de piedra, recientemente reformado manteniendo su carácter antiguo, pero a la vez muy moderno y confortable.

Hay amplias zonas comunes en la casa, y todos los interiores están bellamente decorados con muebles rústicos mallorquines, paredes de piedra vista y vigas vistas, conservando el estilo tradicional isleño.

La casa está rodeada de un paisaje natural de 135.000 m2, con una gran huerta de melones y un hermoso jardín, destacando las extensas zonas de césped alrededor de la casa, los grandes árboles que dan sombra y el ambiente relajante.

Cerca de la piscina y el solárium, también puede disfrutar de la terraza amueblada con hermosas vistas al campo.

La casa tiene 2 habitaciones dobles, 2 habitaciones individuales y 2 baños completos.

Dispone de un amplio salón con chimenea, una cocina rústica que da paso al gran comedor, y todas las comodidades que necesita para disfrutar de unas vacaciones muy cómodas.Durante su estancia podrá visitar las preciosas playas de Cala D'or, Alcudia y Pollença.

La capital Palma también es muy recomendable